El colombiano Alfonso Gutiérrez Báez quiso ir a votar en las elecciones legislativas de su país el pasado domingo 14 de marzo de 2010 al igual que otros compatriotas suyos le correspondía ejercer su derecho como cualquier ciudadano mayor de edad (+18), en una mesa ubicada en la ciudad de Bogotá, pero no pudo hacerlo, porque al llegar a la mesa de votación fue tan grande su sorpresa al darse cuenta que no figuraba su nombre en el listado de cedulas y personas registradas para realizar dicha diligencia, y después de ponerse a indagar sobre el tema y tras mucho insistir el hombre se enteró de que oficialmente "está muerto".
"Resulta que yo, Gutiérrez Báez Alfonso, estoy muerto", "Me dicen incluso que me hicieron necropsia. Soy una persona viva y pago impuestos, entonces yo no sé si las benditas almas son las que pagan mis impuestos, los recibos de la luz, el agua, el teléfono, el gas", se quejó el afectado.
Este ciudadano bogotano reclamó que él estaba vivo y que no estaba hablando desde "el más allá".
Que caso tan curioso; aunque en Colombia si se han detectado casos muy similares, en el que muchas veces aparecen los nombres de personas que han fallecido de verdad, en listados de encuestas y votaciones populares; pero jamás se había registrado que un caso como este, que apropósito no deja de ser muy extraño y fuera de lo común.
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